Pica el ajo y la cebolla
Calienta un chorrito de aceite en la sartén y sofríe la cebolla. Cuando esté bien pochadito, agrega el ajo y sofríe unos segundos más hasta que aromatice.
Agrega la carne picada. Trata de no removerlo demasiado al principio para que se dore mejor y cree la costra crujiente. Luego, desmenuza hasta dejarlo bien granulado.
Condimenta con vino de arroz, salsa hoisin, miel, ambas salsas de soja, salsa de ostras y un poco de pimienta blanca molida.
Saltea unos minutos hasta que todos los sabores queden bien integrados, la salsa espesa y sirve.
Puedes acompañarlo con arroz blanco o fideos, queda muy rico con ambas opciones. También puedes completar tu plato con alguna verdura fresca como la lechuga o pepino cortada en julianas muy finas. Y por último, un toque de cebolleta picada y semillas de sésamo.