Si Japón y Francia tuvieran una cita en la cocina, seguramente terminaría en esta receta: el Tamago Croissant. Imagina la cremosidad del famoso Tamago Sando japonés fusionada con delicadeza hojaldrada de un croissant recién horneado. Perfecto, ¿no?

La verdad es que suena increíble, y parece hecho aposta, pero os confieso que esta receta es resultado de la vagueza por no enredarme a preparar shokupan (el típico pan japonés con el que se prepara el tamago sando tradicional) y el plantearme si comprar o no pan de molde del supermercado, ya que en mi día a día no lo consumo nada y no me apetecía tenerlo guardado al fondo de mi despensa después de preparar un par de tamago sando.
Como buena glotona que soy, se me encendió la bombilla y pensé: croissant de mantequilla y tamago sando, no puede salir mal. Y efectivamente, ha sido una fusión maravillosa.
¿Qué es el tamago sando?
El Tamago Sando es uno de los sándwiches más queridos de Japón. Se trata de un sándwich de huevo cremoso preparado con pan de molde blanco y suave (shokupan), relleno con una mezcla de huevos cocidos, mayonesa (normalmente Kewpie, la japonesa, más sabrosa, con un toque ácido y dulce) y un punto de condimentos.
Lo que lo hace especial no es solo su sencillez, sino la textura: el pan es tan suave que casi se deshace en la boca, y el relleno es cremoso y lleno de sabor. En Japón, puedes encontrarlo en cualquier konbini (tienda de conveniencia), un clásico para probar si viajar al país.
Origen del tamago sando
El Tamago Sando es parte de la cultura de los “sando” japoneses, sándwiches adaptados de la influencia occidental que llegó a Japón en la era Meiji (finales del siglo XIX). Con el tiempo, el país fue reinterpretando estos platos y dándoles su propio sello: pan de molde más esponjoso. Ahora que lo pienso, ¿estamos occidentalizando una receta japonesa…que previamente han japonizado porque es de influencia occidental?, jeje.
Este sándwich de huevo en particular se popularizó en las décadas de posguerra como una opción económica, llenadora y muy fácil de preparar. Desde entonces, ha pasado de ser un plato cotidiano a convertirse en un icono de la cocina japonesa moderna, al punto de que hoy es famoso también en países occidentales por su constante aparición en redes sociales.
Ingredientes para preparar tamago croissant
- 4 huevos
- Sal al gusto
- Pimienta negra al gusto
- 1 pizca de azúcar
- 3 cdas. mayonesa Kewpie
- ½ cda. leche
- 2 croissants

¿Qué panes puedo utilizar par el tamago sando?
Aunque aquí lo preparamos con croissant, puedes usar otros panes para hacer tu versión de Tamago Sando. Eso sí, ten en cuenta un detalle importante: si el pan que eliges no tiene mantequilla en su preparación, como sí ocurre con el croissant, te recomiendo untar una fina capa de mantequilla en el momento de ensamblarlo. Esto no solo le da más sabor, sino que también actúa como una barrera para que el pan no se humedezca con el relleno de huevo.
Algunas opciones que he probado y que quedan muy bien son:
- Pan brioche
Suave, ligeramente dulce y con una miga aireada. Es perfecto si quieres un Tamago Sando con un toque más goloso y esponjoso. - Pan de leche
Muy tierno y con un sabor delicado. Aporta una textura suave que recuerda mucho al shokupan japonés, por lo que es ideal si buscas una versión más fiel al original. - Pan de molde tipo Bimbo
Una opción práctica y fácil de encontrar. Si lo usas fresco, conseguirás un sándwich suave y ligero. Si lo tuestas ligeramente, tendrás un contraste crujiente muy agradable. Estéticamente es la más parecida a la versión original.

En resumen, cualquier pan que sea suave y esponjoso funcionará de maravilla. Solo recuerda ese pequeño truco de la mantequilla para que tu Tamago Sando, ya sea en croissant, brioche, pan de leche o molde, conserve su textura perfecta hasta el último bocado.
¿Por qué mayonesa japonesa?
El tamago sando se prepara con mayonesa japonesa (la más reconocida es la marca Kewpie), que aporta al relleno de huevo un punto extra de acidez y una cremosidad especial. Si lo prefieres, puedes usar mayonesa española, pero cualquiera de ellas tiene un sabor es bastante distinto y menos complejo. En definitiva, es una cuestión de gustos, pero a través de mis redes sociales, muchos me habéis comentado que después de probar la versión japonesa, ya no queréis otra.

Tamago croissant paso a paso
1. Prepara el relleno
- Coloca los huevos en un cazo cubriendo con dos dedos de agua por encima.
- Lleva a ebullición y cocina durante 10 minutos.
- Puedes dejar que se enfríen a su ritmo o acelerar el proceso pasándolos por un bol con agua y hielo
- Pela los huevos y machácalos con un tenedor. De manera opcional, puedes separar yema y clara para variar la textura: yema bien triturada y clara en trocitos.
- Añade sal, pimienta, azúcar, mayonesa y leche. Mezcla hasta integrar bien los sabores.

2. Monta el tamago sando
- Abre los croissants por la mitad.
- Rellena generosamente con la mezcla de huevo.
- Opcional: unta mantequilla en las mitades si lo prepararás con antelación, para evitar que el hojaldre se humedezca.

Notas y consejos
- Usa mayonesa Kewpie para un sabor auténtico, pero si no tienes, puedes sustituirla por mayonesa normal con un chorrito de limón y un pelín de mostaza de Dijon.
- Si quieres un toque fresco, añade cebollino picado.
- Si tu eres de tener pan de molde en casa, puedes sustituir el shokupan por rebanadas de tu pan. También es muy socorrido con pan de leche o pan brioche.


Tamago croissant – Versión francés del clásico tamago sando japonés
Ingredientes
- 4 huevos
- Sal al gusto
- Pimienta negra al gusto
- 1 Pizca de azúcar
- 3 cdas. Mayonesa japonesa (estilo Kewpie)
- ½ cda. Leche
- 2 Croissants
Paso a paso
- Primero cuece los huevos: colócalos en un cazo con agua (que cubra 2 dedos por enicma) y deja hervir durante 10 minutos. Cuando estén listos, pásalos a un bol con agua y hielo para enfriarlos rápidamente. Aunque si lo preparas con antelación puedes dejar que se enfríen a su ritmo.
- Una vez pelados, machácalos en un bol con un tenedor. Si quieres una textura más top, tritura las yemas hasta que estén bien finas y deja las claras en trozos más perceptibles. Condimenta con sal, pimienta, una pizca de azúcar, mayonesa Kewpie y un poco de leche para darle suavidad extra.
- Abre los croissants y rellénalos con la mezcla de huevo. Si vas a comerlos de inmediato, no hace falta añadir nada más. Pero si los dejas reposar un rato antes de servir, puedes untar una fina capa de mantequilla en las mitades para que el hojaldre no se humedezca. Y si lo tuyo es el sabor intenso, añade esa mantequilla siempre: le dará un toque extra mantequilloso super deli.